Plaza del Mercado
Como su nombre indica, esta plaza fue durante varios siglos el lugar donde se celebraba el mercado. El permiso para ello fue concedido a la villa por la princesa Doña Magdalena, como privilegio por la firma de la paz entre los agramonteses y los beaumonteses, y en ella se realizaba el mercado el primer jueves de cada mes.
La plaza es amplia, adoquinada, y cuenta con tres salidas que la conectan con las calles Las Eras, Trinquete y La Plaza. Las edificaciones que la rodean son de gran tamaño y de varios pisos. En la casa número 2, se puede observar el escudo ajedrezado de la familia “Elizondo”.
Frente a la entrada de la Sociedad Angiluerreka, dos aligustres proporcionan sombra durante el verano, aportando un toque verde a la plaza.
Al fondo se encuentra la calle de La Villa. En la casa número 1 estuvo ubicado el antiguo ayuntamiento, mientras que en la casa número 3 se encontraba la residencia-palacio de la familia Arteta, que conserva dos grandes escudos.
La plaza ha sido testigo de numerosos eventos populares, hogueras durante las fiestas, conciertos, bailes, espectáculos y un sinfín de historias que se han forjado entre sus piedras. La Sociedad Angiluerreka ha contribuido a mantener el aire cercano de este punto de encuentro, ya que durante 38 años ha reunido a grupos culturales y a varias generaciones de jóvenes que han encontrado en sus instalaciones un lugar para estar y organizarse.
En las fotografías antiguas, se aprecia que la plaza contaba con un mayor número de árboles. Además de los plataneros que se encuentran en la puerta de lo que hoy es la Sociedad Angiluerreka, se pueden observar las falsas acacias, que también contribuían a proporcionar sombra. En el centro de la Plaza del Mercado perdura el recuerdo de la fuente que, instalada en 1952, permaneció allí varios años, aunque nunca llegó a surtir agua.
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